K.
Jan, alumno en grado 3
A:
"Un
d�a en Rusia yo no hab�a
comido por tres o cuatro
d�as. Camin�bamos a
trabajar y s�lo ten�amos
dos panes de cien gramos
al d�a. Era poco.
Camin�bamos y
llor�bamos. Ten�amos que
vender nuestra ropa. Mi
madre trabajaba muy duro
y mi peque�o hermano y
yo no ten�amos botas y
ten�amos que caminar al
trabajo descalzos y mam�
se enferm� de tifus. No
hab�a nada para comer.
Mam� ten�a que trabajar
porque si no iba a
trabajar no consegu�a
nada para comer, y
muri�. Mi peque�o
hermano y yo lloramos y
los sovi�ticos se rieron
de nosotros y fuimos a
buscar tablas para el
ata�d y no encontramos
ninguna, y enterramos a
mam� sin ata�d y se
rieron de nosotros
porque llor�bamos. No
hab�a dinero ni madera y
ten�amos que arrancar
corteza y no ten�amos
jab�n. Ten�amos que
pararnos en l�nea y
quedarnos as� desde las
cinco hasta las seis de
la noche y no
consegu�amos nada. Los
sovi�ticos empujaban a
la cabeza de la l�nea y
nosotros est�bamos en la
primera l�nea y el
hombre que vend�a pan se
los dio a los sovi�ticos
sin que esperaran en la
l�nea y se met�an por
delante tan fuerte que a
veces alguien se romp�a
una pierna. Ten�amos que
trabajar tan duro por
una pieza de pan y hac�a
tanto fr�o en la caba�a
y no hab�a estufa, s�lo
un peque�o calentador de
hojalata. Era triste y
los piojos picaban y
muchos polacos estaban
enfermos".
Documento
Nro. 59. PGC/Box 120 /
Tarnopol voivodeship
T.
Wladyslaw:
"Mi vida
en Rusia
Fuimos
deportados a Rusia el 10
de febrero de 1940.
Cuando llegamos nos
dieron una vivienda muy
pobre. Hab�a muchas
chinches, piojos y
pulgas. Despu�s de unos
pocos d�as enviaron a
los ni�os al colegio y a
los mayores a trabajar.
Los ni�os fueron
forzados a ir al
colegio, y quien se
rehusara era encarcelado
en la caseta y se le
negaba comida. Cuando
llegamos primero al
colegio se burlaron y
nos golpearon. Si un
polaco dec�a que hab�a
un Dios era golpeado.
Padre ten�a que trabajar
muy duro para ganar
suficiente para sostener
a toda la familia y no
s�lo mi padre sino todos
los polacos que fueron
deportados a Rusia. Por
dos a�os vivimos en la
horrible, pobre y
est�pida Rusia. Despu�s
de dos a�os los polacos
comenzaron a dejar
Rusia. Los polacos
ten�an que conseguir un
pase para dejar Rusia.
El viaje al sur fue
horrible. La gente mor�a
de hambre en los vagones
del tren y sus cuerpos
eran arrojados afuera
por la ventana en el
camino. Llegamos a
Vologda y nos dieron
tarjetas de
racionamiento de comida
y pan para el viaje. Mi
padre caminaba hacia el
vag�n con su pan cuando
un prisionero trat� de
robarle su pan.
Afortunadamente la
polic�a arrest� al
prisionero y se lo
llev�. Arrojaban los
cad�veres fuera de los
vagones y el tren
aplastaba los cuerpos en
las v�as. Desde Vologda
fuimos a Chkalov".
Documento
Nro. 30. PGC/Box120
/ Condado Baranowicze.
Nowogrod voivodeship
S. Henryk, alumno en
grado 2B:
"Tuvo
lugar en febrero. Los
rusos vinieron e
hicieron un registro en
la casa. Estaban
buscando armas. Nos
llevaron a la estaci�n
en carretas de campo.
Hab�a muchas personas en
nuestro vag�n de carga.
Estaba hacinado y
oloriento. Cuando el
tren empez� lloramos que
no volver�amos jam�s a
ver nuestro hogar.
Viajamos por cuatro d�as
y noches. No nos dieron
comida y usamos nieve
para hacer agua. En
Siberia las barracas
estaban hacinadas otra
vez. Yo iba al colegio.
Ellos nos ense�aban que
no hab�a Dios. Una vez
habl� en polaco y
nuestro maestro me envi�
con el supervisor y �l
me grit�. Perforaron dos
agujeros en el techo. El
comandante dir�a hacia
uno: "Boh, Boh daj
pieroh" (Dios, Dios,
danos comida) y nada
ocurr�a. En el otro
agujero dec�a: "Soviet,
Soviet daj kanfiet"
(Soviet, Soviet, danos
un dulce" y ca�an
dulces. Se re�a de que
Dios no hab�a dado nada.
Los ni�os polacos hu�an.
Papa muri� de hambre. Se
hinch�. Lo envolvieron
en una s�bana y lo
tiraron al suelo. Mi
hermano no ten�a zapatos
y no fue a trabajar por
lo que lo llevaron a la
c�rcel por dos meses.
M�s de treinta personas
murieron en el
asentamiento. Deb�amos
pararnos en una l�nea
para el pan desde la
tarde hasta la ma�ana.
M�s de una vez no
consegu�amos pan por dos
d�as seguidos.
Esper�bamos por nuestro
pago por un largo
tiempo, porque el
pagador no estaba all� y
no hab�a nada con que
comprar pan. Al comienzo
vendimos ropas en villas
rusas para conseguir
pan, pero luego nos
quedamos sin ropas".
(Tengo 13
a�os)
Documento Nro. 31.
PGC/Box 120
/ Condado Baranowicze.
Nowogrod voivodeship
M. Tadeusz:
El 10 de febrero
de 1940 ellos me deportaron con toda la familia a URSS. Llegaron a las 3 de la
ma�ana, despertaron a todos a punta de pistola y no nos dejaron llevar nada con
nosotros s�lo lo que ten�amos puesto y nos metieron en un vag�n de tren. Mi
viaje fue muy duro, no daban comida y si a veces la daban era una s�mola �cida y
podrida. No nos dieron agua cuando sal� a trav�s de la ventana para buscar agua
un soldado sovi�tico me hizo regresar y me golpe� con su arma. Entonces ten�amos
que alcanzar el techo del tren a trav�s de la ventana con nuestras manos esa
nieve sucia con holl�n para saciar nuestra sed. No nos dieron combustible en el
vag�n y estaba muy helado. Finalmente llegamos a los Urales a la estaci�n de
Usfa donde nos arrojaron fuera del vag�n a la nieve y despu�s de unas pocas
horas los trineos sovi�ticos llegaron y comenzaron llevarnos al asentamiento.
Hab�a grandes heladas y no nos dieron nada para vestir, s�lo lo que ten�amos
puesto. Los ni�os peque�os se congelaron en el camino. Nos dieron un apartamento
pobre no asegurado contra el fr�o y lleno de ratas y chinches. La abuela ya
estaba muy mayor y como estaba helado se quedaba en cama todo el tiempo pero
hab�a tantas chinches que le chupaban la sangre y tras unos pocos meses muri�.
No
hab�a nada para
comer. La gente
com�a ortigas y se
hinchaba por eso y
se iban al otro
mundo. Nos enviaron
al colegio ruso
compulsivamente
porque no daban pan
cuando no �bamos al
colegio. Nos
ense�aban a no
rezarle a Dios, que
no hab�a Dios y
cuando terminaba la
lecci�n todos nos
pon�amos de pie y
comenzamos a rezar
entonces el
comandante del asentamiento nos
encerr� en la
tyurma
(prisi�n). Desde
all� fuimos a
Tashkento a un
koljoz donde tampoco
hab�a nada para
comer y cazamos
perros para
satisfacer nuestra
hambre y con eso la
gente se enferm� con
tifus, mi hermana
tambi�n. Nos dieron
s�lo 400 gramos de
trigo y pod�amos
hacer lo que
quisi�ramos con eso
y s�lo aquellos que
iban a trabajar. Los
que no trabajaban
consegu�an 200
gramos. Mi t�o ten�a
m�s ni�os que no
pod�an trabajar y �l
mismo estaba
trabajando y con ese
poco de harina
mezclada con agua
tuvo disenter�a y
muri�. Cuando fui al
mercado con mis
cosas la polic�a
sovi�tica me las
quit� y me meti� en
prisi�n.
Documento Nro. 22.
PGC/Box 117 /
Condado Mosciska.
Lw�w voivodeship
Notas:
Hoover Archival
Documentaries. Editado y
compilado por Irena
Grudzinska-Gross y Jan
Tomasz Gross. Los
documentos reproducidos
en estas series est�n
depositados en los
archivos de la
Instituci�n Hoover sobre
Guerra, Revoluci�n y Paz
en la Universidad de
Stanford