Fuentes
sovi�ticas pre-Perestroika que reflejan la historiograf�a sovi�tica dicen: "En
la antigua provincia del Imperio Ruso, la Provincia de Estonia, el poder
Sovi�tico fue establecido a fines de octubre de 1917. La Rep�blica Sovi�tica de
Estonia fue proclamada en Narva el 29 de noviembre de 1918, pero cay� ante los
ej�rcitos contra-revolucionario y Blanco en 1919. En junio de 1940 el poder
sovi�tico fue restablecido en Estonia y los obreros derrocaron la dictadura
fascista del pa�s" .
Lo cierto es que Estonia sufri� ese a�o una serie de cr�menes terribles
que las autoridades pudieron investigar exhaustivamente despu�s de la retirada
de los comunistas, que les dar�an 22 a�os de libertad antes de poder volver a
tomar a la naci�n en su poder. Lo sucedido fue tan grave que los tres Estados
B�lticos coinciden en llamar a ese corto per�odo de fuerte opresi�n sovi�tica
como "El a�o del Terror". Aqu� publicamos la traducci�n de un diario de la �poca
(New York Tribune, Foreign Press Bureau, jueves 24 de abril de 1919) acerca de
los hallazgos en dicha investigaci�n.
Tumbas abiertas muestran brutalidad de los rojos
en el Reino del Terror
Se hizo informe estonio de atentados de los
Bolcheviques; Mujeres y Sacerdotes fueron masacrados
Otra aclaraci�n del reino del terror tras la invasi�n Bolchevique de las tierras
B�lticas es presentada por el corresponsal de Reuters en Copenhage:
"Uno de los m�s horripilantes cap�tulos en los anales del crimen Bolchevique
est� formado por la narraci�n de las atrocidades perpetradas en Estonia", dice
el "Daily Telegraph" de Londres. "Ahora que el pa�s est� limpio de Bolcheviques,
las autoridades estonias han comenzado una investigaci�n tan exhaustiva y
consciente en sus m�todos como terrible en sus resultados". El primer informe
oficial trata de las atrocidades Bolcheviques en Wesenberg y Dorpat. Las tumbas
de aquellos asesinados en Wesenberg fueron abiertas el 17 de enero en presencia
de un n�mero de altos oficiales, incluyendo el gobernador del pueblo.
La brutalidad es expuesta
"La vecindad de las tumbas mostr� con cu�nta brutalidad los Bolcheviques
ejecutaron a sus v�ctimas. Todo alrededor se ve�a sangre congelada, en medio de
la cual yac�an trozos de ropa, cerebros y fragmentos de cr�neos con cabello.
Diecis�is cuerpos fueron encontrados en la primera tumba abierta. El autor
conserva esas impactante reliquias del Terror Rojo fotografiadas como un
recordatorio duradero de la infamia Bolchevique. Los nombres de diecis�is
v�ctimas est�n publicados. Entre ellos est�n un doctor, un sacerdote, un
soldado, un comerciante, un oficial de ferrocarriles y un zapatero, una
selecci�n que testifica la imparcialidad de los Bolcheviques en al menos este
respecto. La segunda tumba abierta tambi�n conten�a diecis�is v�ctimas. "La
tercera y m�s grande de las tumbas fue abierta el 18 de enero. Era de cuatro
metros de largo, dos metros de profundidad y estaba llena hasta arriba con
cuerpos, dice el informe oficial. Conten�a cincuenta cuerpos, de los cuales
cuarenta y uno fueron reconocidos. Cinco al menos eran mujeres, una Jeannette
Wrangel Baronesa de Wesenberg, otra una Hermana de la Misericordia. Todo excepto
su ropa se lo hab�an quitado a las v�ctimas; incluso sus botas hab�an sido
retiradas. Los verdugos Bolcheviques hab�an destrozado los cr�neos de treinta y
tres de las v�ctimas y, no contentos con disparar, hab�an traspasado a la
mayor�a de ellos con bayonetas.
Historias de ejecuciones
A. Munstrum, quien milagrosamente escap� de las manos de los Bolcheviques,
describi� la escena de una de las ejecuciones.
"En la tarde del 11 de enero, dijo, cincuenta y seis de nosotros fuimos llevados
al lugar de ejecuci�n, donde la tumba ya estaba preparada. La mitad de nosotros,
incluyendo a seis mujeres, fueron colocados al borde de la tumba. Las mujeres
ser�an ejecutadas primero. Una mujer trat� de escapar, pero el Bolchevique
dispar� tras ella, y se hundi� herida en la tierra. Ellos la arrastraron por sus
pies dentro de la tumba, le dispararon y patearon su cuerpo hasta que qued� en
silencio. Luego se dispar� una descarga a las otras v�ctimas, que tambi�n ser�an
arrojadas en las tumbas y llevadas a la muerte con las culatas de los rifles y
las bayonetas, despu�s de lo cual los Bolcheviques pisotearon los cuerpos".
En Dorpat los Bolcheviques perpetraron el mismo tipo de atrocidades que en
Wesenberg. El informe oficial proporciona los nombres de las v�ctimas y un
relato de la ejecuci�n. Unas cuantas personas fueron arrastradas al R�o Embach y
disparadas. Los cuerpos fueron arrojados al r�o a trav�s de agujeros en la
nieve. Cuando los estonios reconquistaron Dorpat descubrieron diecis�is cuerpos
del r�o. Su condici�n revel� las espantosas torturas a las que hab�an sido
sometidos. Muchos ten�an brazos y piernas rotos, y los cr�neos destrozados. Uno
ten�a los ojos afuera. El 14 de enero, poco antes de que fueran expulsados, los
Bolcheviques mataron a veinte de sus prisioneros. Eran 200 en total.
Los Bolcheviques sol�an hacerlos pararse en una fila y llamaban por el nombre de
las v�ctimas. Entonces les robaban sus ropas, botas y objetos de valor, les
llevaban al s�tano de un banco, y los hac�an morir con golpes de hacha y bombas.
Alrededor de veinte fueron asesinados de esta manera, y s�lo la precipitada fuga
de los Bolcheviques salv� al resto, unos ochenta de los cuales eran mujeres.
Un Obispo es asesinado
Entre los asesinados estaba el Arzobispo Platon, un profesor universitario y
cl�rigo de cabello cano. La fotograf�a tomada es un horrible souvenir. Un doctor
que examin� el lugar poco despu�s de los asesinatos dijo que el suelo estaba
cubierto con cuerpos apilados uno encima de otro en las posiciones m�s
antinaturales, que s�lo pod�an ser atribuidas a una muerte violenta. En casi
todos los casos el cr�neo hab�a sido totalmente destrozado. Todo el lugar estaba
cubierto con sangre, que tambi�n hab�a salpicado las paredes.
En el campo entre el campesinado la furia de los Bolcheviques tambi�n se
desencaden�. Un informe de Ellisler narra c�mo a tres hombres, antes de ser
asesinados, les sacaron los ojos afuera, les rompieron los huesos, sus narices
fueron aplastadas y los cr�neos desollados. En Ambla, una maestra de escuela
p�blica fue disparada porque pregunt� a los Bolcheviques que se retiraban a
trav�s del pueblo, "�han regresado ya de Reval?"
Se toman rehenes
En el distrito alrededor de la estaci�n ferroviaria Munda los Bolcheviques
tomaron rehenes - esposas, hijas y hermanas - de los hombres que luchaban contra
ellos en las filas estonias, o que hab�an huido del Terror Rojo. Algunas de
ellas fueron llevadas por los Bolcheviques, algunas disparadas, el destino de
muchas es desconocido. Todo indica que las casas de los campesinos m�s ricos
fueron saqueadas. Los libros eran quemados y los cuadros rotos con bayonetas. En
el estado Kohala los Bolcheviques rompieron en piezas cuadros valiosos de
antiguos pintores holandeses y flamencos.
En Narva treinta personas fueron asesinadas en masa, mayoritariamente mujeres.
Les colgaron piedras alrededor del cuello y los tiraron al agua. Antes de su
retirada los Bolcheviques tomaron a las muchachas, que se llevaron con ellos.
El informe oficial es una narraci�n fr�a, mon�tona, de una serie de asesinatos y
atrocidades, todos similares. No se mostr� misericordia a nadie. Dos muchachas
de catorce y doce a�os fueron arrestadas en Waiwara porque su padre, un
granjero, no pudo ser encontrado. En Simuna, un buen n�mero de personas pudo
comprar sus vidas desembolsando grandes sumas de dinero. En Werro los
Bolcheviques movilizaron forzadamente a todos los hombres en edad militar, y los
enviaron al frente Viatka. All� torturaron a un molinero para poder extraerle
dinero, rompiendo sus piernas y apu�al�ndolo con bayonetas, y como mayor
refinamiento, rompieron los dedos de su hijo".
Facs�mil del original:
(haga click en la imagen para poder leer el documento en su
original en ingl�s)