Derechos humanos y guerra de
desinformaci�n
La ley internacional moderna
da gran importancia a la
conservaci�n del estado de
los est�ndares de derechos
humanos establecidos
internacionalmente.
De forma tradicional se han
prescrito est�ndares m�nimos
para la conducta aplicables
a conflictos armados.
Casi inmediatamente despu�s
de la toma del poder la
revoluci�n comenz� a
dirigirse hacia el
totalitarismo. Las
elecciones prometidas fueron
repetidamente pospuestas, y
cinco a�os despu�s del golpe
de estado, estaban lejos de
la libertad. Los partidos
democr�ticos de oposici�n no
ten�an los medios para
conducir una elecci�n justa,
y cuando Arturo Cruz opt�
valientemente por
participar, se le neg� el
acceso a los medios y fue
apedreado por "turbas"
usando las cl�sicas t�cticas
de Somoza.
El Partido Sandinista fue
virtualmente fusionado con
el Estado y el ej�rcito fue
colocado bajo control del
Partido.
Un aparato de seguridad
interna de estilo cubano fue
instalado bajo la gu�a de un
antiguo coronel del servicio
de inteligencia cubano.
Los sindicatos fueron
asumidos por el "frente"
Sandinista y aquellos que se
rehusaron a ser cooptados
fueron sistem�ticamente
acosados y atacados.
Los Sandinistas confiscaron
propiedad de algunas
iglesias protestantes, como
los Menonitas, la Iglesia de
Jesucristo de los �ltimos
D�as, los Testigos de Jehov�
y los Adventistas del
S�ptimo D�a, tras acusarlos
de que eran
"contra-revolucionarios".
La oposici�n al r�gimen
desde el interior de la
Iglesia Cat�lica Romana
tradicional fue acosada y,
como ya se dijo, se alent�
una "iglesia del pueblo" en
oposici�n a Roma.
El ataque a la iglesia
continu�. En septiembre de
1985, a pesar del acuerdo
informal de que los
seminarios quedar�an exentos
de cambios los Sandinistas
comenzaron a hacerlos. En
septiembre y octubre, el
DGSE Sandinista allan� la
Radio Cat�lica, la estaci�n
de radio de la Iglesia, y
rehus� permitir programas de
servicios lit�rgicos
realizados por el Cardenal
Obando y Bravo.
El 12 de octubre, el
Ministerio del Interior
incaut� todas las copias de
la primera impresi�n del
diario eclesial "La
Iglesia". El 15 de octubre,
funcionarios DGSE ,
dirigidos por el Comandante
Lenin Cerna, allanaron la
oficina de Servicios
Sociales de la Curia.
Monse�or Bismarck Carballo,
el vocero de Curia y
Director de Informaci�n
eclesi�stica, fue sacado a
la fuerza y amenazado de
muerte.
Organizaciones masivas de
mujeres, juventud y otros
grupos estrechamente
controlados por los
Sandinistas fueron
establecidos al estilo del
modelo cubano para dominar
la infraestructura de la
sociedad. Los medios de
comunicaci�n fueron tomados
por los Sandinistas y el
�nico peri�dico
independiente que qued�, La
Prensa (que se hab�a opuesto
fuertemente a Somoza) fue
censurado a diario.
De hecho, poco despu�s de
las elecciones de noviembre,
Pedro Chamorro, entonces
editor de La Prensa, dej�
Nicaragua y anunci� que
�permanecer�a en exilio
voluntario hasta que se
garantizara total libertad
de prensa�.
�lvaro Baldiz�n, que fuera
investigador en jefe de las
presuntas violaciones de
derechos humanos para el
Ministerio del Interior,
desde 1982 hasta julio de
1985, est� citado en el
Washington Post, diciendo:
"El gobierno Sandinista
de Nicaragua ha cubierto
miles de casos de
violaciones de derechos
humanos y asesinato".
Baldiz�n dijo tambi�n que
�el Comit� de
investigaciones especiales
(del Ministerio del Interior
nicarag�ense) comenz�
operaciones en enero de 1983
y pronto concluy� que el 90%
de las denuncias sobre
derechos humanos del IAHRC
(Comisi�n Interamericana de
Derechos Humanos) eran
correctas�...
Organizaciones
independientes de derechos
humanos en Nicaragua han
reportado continuos
asesinatos pol�ticos,
desapariciones, tortura y un
sustancial n�mero de
prisioneros pol�ticos. En
respuesta, los Sandinistas
han acosado a esas
organizaciones y establecido
una comisi�n controlada por
el gobierno para refutar su
trabajo y usar los derechos
humanos para prop�sitos de
propaganda.
Las penas criminales para
cr�menes pol�ticos han sido
aplicadas retroactivamente y
extendidas a miembros de la
familia.
A los detenidos extranjeros
se les negaba acceso a
funcionarios consulares como
es requerido por la
Convenci�n de Viena sobre
Relaciones Consulares. La
emigraci�n fue controlada
por nuevas restricciones a
los pasaportes. Los indios
Miskito, Sumo y Rama de la
regi�n atl�ntica fueron
reubicados forzadamente
sac�ndoles de gran parte de
sus tierras tradicionales.
En el proceso, muchos fueron
asesinados o huyeron del
pa�s, m�s de la mitad de sus
villas fueron destruidas y
alrededor de un cuarto de
los indios restantes fueron
enviados a "campos de
reubicaci�n" del gobierno.
Ed�n Pastora cont� c�mo los
Sandinistas dispararon a
contras heridos con sus
manos atadas detr�s de la
espalda en El corozo,
violando el art�culo 3 de la
Convenci�n de Ginebra.
Todos estos problemas
hicieron que los l�deres
democr�ticos que
inicialmente se alinearon
con los Sandinistas en
contra de Somoza dejaran el
gobierno o incluso el pa�s.
Algunos de ellos, como
Adolfo Calero, Arturo Cruz,
Ed�n Pastora y Alfonso
Robelo, buscaron apoyo para
la creciente resistencia
democr�tica.
El 16 de octubre de 1985,
los Sandinistas gobernantes
de Nicaragua implementaron
formalmente restricciones
dram�ticas a las restantes
libertades civiles,
incluyendo el derecho de
asamblea, el derecho de
viajar dentro de Nicaragua,
el derecho de habeas corpus,
el derecho a un juicio, el
derecho a apelaci�n
judicial, el derecho a
huelga, el derecho de
correspondencia privada y el
derecho a formar grupos
pol�ticos.