El verdadero Trotsky
Aunque en la actualidad se
le pretende mostrar
simplemente como un te�rico,
lo cierto es que no s�lo fue
un autor intelectual, sino
que adem�s encabez�
personalmente muchas de las
sangrientas intervenciones
revolucionarias. Veremos a
continuaci�n algunos
ejemplos de lo que estamos
sosteniendo.
El Ej�rcito Rojo
Junto a Lenin, que impuso el
slogan "Todo el poder de
los sovi�ticos"
inmediatamente a su llegada
a Petrogrado a inicios de
abril de 1917, Trotsky
insisti� - contra el consejo
de otros l�deres
bolcheviques � en que hab�a
llegado el momento adecuado
para la toma de poder en
favor de los sovi�ticos. Fue
Trotsky quien cre� el Comit�
Revolucionario Militar del
Soviet de Petrogrado y
obtuvo completo control de
la guarnici�n y las armas de
Petrogrado.
Ya dedicado a esta �rea de
la lucha, y como ya
mencionamos en su biograf�a,
Trotsky fue la figura
central detr�s de la
creaci�n del Ej�rcito Rojo -
como Comisario Popular de
Guerra desde 1918 hasta 1924
- al cual lider� y por el
que recibi� importantes
condecoraciones. Tambi�n
condujo operaciones en
muchos frentes durante la
guerra civil.
Los Guardias Rojos luego
tendr�an que usar un
medall�n alrededor de sus
cuellos con la imagen de
Trotsky,
quien cre� una verdadera
fuerza militar en base a la
antigua Guardia y los
destacamentos armados de la
Cheka, la polic�a secreta
bolchevique.
El 4 de junio de 1918,
enfrentados con la revuelta
de la Legi�n Checa, Trotsky
amenaz� con el internamiento
en un campo de concentraci�n
a todos los checos y
eslovacos que se rehusaran a
rendir sus armas. Tres
semanas despu�s, el 26 de
junio, urgi� al Sovnarkom
"a establecer un r�gimen
coercitivo" completo con
"campos de concentraci�n"
para forzar a los
"elementos par�sitos de la
burgues�a a realizar los
trabajos m�s desagradables"
y presionar a los oficiales
zaristas que "rehusaran
unirse al Ej�rcito Rojo".
El 8 de agosto de 1918, a
ra�z de la ca�da de Kazan
ante la Legi�n Checa y
Kolchak, Trotsky anunci� que
con "la Rep�blica Sovi�tica
en peligro" hab�a ordenado
al oficial responsable de
seguridad de la l�nea de
trenes de 500 millas entre
Kazan y Mosc� "crear
campos de concentraci�n
cerca de Murom, Arzamas y
Sviyazhsk para el
encarcelamiento de
sospechosos de agitaci�n,
oficiales
contra-revolucionarios,
saboteadores, par�sitos y
especuladores".
Al d�a siguiente, Lenin dio
�rdenes a los soviets
locales de organizar a los
Guardias Rojos confiables
para "ejercer terror
masivo contra kulaks,
sacerdotes y Guardias
Blancos, y encerrar a
elementos sospechosos en
campos de concentraci�n
fuera de la ciudad".
Fue Trotsky quien decidi�
proveer oficiales a la
fuerza naciente haciendo que
antiguos oficiales y NCOs
del ej�rcito de la Rusia
Imperial se unieran.
Al comienzo de la guerra,
tres cuartos de los cuerpos
de oficiales del Ej�rcito
Rojo estaban compuestos por
antiguos oficiales Zaristas.
La mayor�a de ellos fueron
utilizados como
"especialistas militares" (voenspetsy)
tomando muchas veces a sus
familias como rehenes para
asegurar su lealtad.
Parece sorprendente que
Trotsky pudiera controlar al
Ej�rcito Rojo m�s
efectivamente que otros
generales blancos
experimentados. Sin embargo,
adem�s de las t�cticas
violentas aplicadas contra
los oficiales contaba con
otras ventajas materiales
respecto a sus enemigos
debido a las duras
imposiciones del gobierno
sobre el castigado pueblo.
En junio de 1918, cuando se
vio que un ej�rcito
revolucionario compuesto
solamente por trabajadores
iba a ser demasiado peque�o,
Trotsky instituy� el
reclutamiento obligatorio
del campesinado rural dentro
del Ej�rcito Rojo.
La oposici�n de los rusos
rurales a la conscripci�n en
las filas alistadas del
Ej�rcito Rojo produc�a
t�picamente la hu�da de los
hombres reclutables (entre
17 y 40 a�os) antes de que
llegasen unidades de
destacamento del Ej�rcito
Rojo a buscarlos.
Este �problema� se super�
tomando rehenes y
dispar�ndoles a modo de
ejemplo cuando lo
consideraban �necesario�
para forzarlos a someterse.
As� lograron que en general
regresaran los hombres.
Con esta metodolog�a para
1920 el 77% de los rangos
alistados en el Ej�rcito
Rojo estaba compuesto por
campesinos conscriptos a la
fuerza.
Esta fue una de las causas
de la gran cantidad de
deserciones que ocurrieron
en ese per�odo.
Trotsky tambi�n fue quien
cre� m�todos para asesinar a
los desertores del Ej�rcito
Rojo y evitar as� que
siguieran huyendo "de su
deber". Fue en 1919 cuando
promulg� el Decreto de
Rehenes, ordenando
secuestrar a la familia de
todo oficial que desertara
del ej�rcito. Indignado por
el hecho de que no se
cumpliera su orden, en un
telegrama al Consejo Militar
Revolucionario de Serpujov,
Trotsky insistir�a: �la
mala conducta o la traici�n
provocar� el arresto de sus
familias�. Y a�n en
1939, poco antes de ser
asesinado, Trotsky seguir�a
defendiendo el sistema de
rehenes en el art�culo "Su
moral y la nuestra".
Pero, �por qu� desertaban
oficiales y soldados? La
deserci�n era un problema
cr�nico de todas las fuerzas
en la guerra civil. En
primer lugar ten�a una
relaci�n directa con la
conscripci�n forzada que
hemos mencionado. Por este
motivo muchos historiadores
coinciden en que este hecho
no hace sino ilustrar la
poca lealtad hacia el
gobierno sovi�tico. Muchos
desertaron, llegando a ser
1.761.105 s�lo en 1919, el
a�o con cifras mayores.
Estos n�meros incluyen a
quienes no acudieron al
llamamiento obligatorio. El
especialista del Ej�rcito
Rojo sobre deserci�n, Olikov,
cita la cifra de 75% para
1919, con 18-20% desertando
en el camino al frente y
s�lo el 5-7% desertando de
unidades de combate, donde
era m�s dif�cil hacerlo.
Lo cierto es que adem�s del
car�cter forzado del
reclutamiento, las
condiciones f�sicas, que
eran terribles, fueron otra
de las causas de deserci�n.
Von Hagen indica que un
estudio de 1918 muestra que
grandes n�meros estaban
desertando "simplemente
porque no recib�an sus
raciones".
Pero tambi�n es cierto que
en muchos casos los soldados
desertaron del frente, donde
la comida y los suministros
eran un poco mejores que
para el resto de la
poblaci�n, y esto demuestra
una vez m�s que hab�an sido
obligados a defender un
r�gimen que no quer�an.
Las condiciones clim�ticas
tambi�n jugaron un papel muy
importante. En invierno las
deserciones se produc�an con
m�s frecuencia. Y tambi�n en
la �poca de cosecha, cuando
por incre�ble que parezca
los castigados campesinos
reclutados no eran eximidos
de producir a pesar de
encontrarse en el frente.
Este punto reci�n fue
corregido en 1919.
Con aprobaci�n de Mosc�, en
agosto de 1918 Trotsky
autoriz� al General Mikhail
Tukheachevsky a ubicar
unidades de bloqueo detr�s
de los destacamentos del
Ej�rcito Rojo que
consideraban poco
confiables, con la orden de
disparar si se retiraban sin
permiso.
Y fue Trotsky tambi�n quien
cre� el destacamentos
especiales de la Cheka unida
a cada Ej�rcito Rojo en el
campo, el llamado
Departamento Especial
Punitivo de la Comisi�n
Extraordinaria de Toda Rusia
para el Combate de la
Contra-Revoluci�n y el
Sabotaje o Brigadas
Punitivas Especiales, que
tuvieron parte activa en la
supresi�n de los motines
campesinos anti-comunistas,
el castigo de los desertores
y la liquidaci�n de personas
que cre�an desleales al
gobierno Bolchevique durante
la guerra.
Las Tropas Internas de la
Cheka y el Ej�rcito Rojo
practicaron t�cticas de
terror tomando y ejecutando
a numerosos rehenes, con
frecuencia en conexi�n con
deserciones de campesinos
movilizados a la fuerza. Se
cree que m�s de 3 millones
de desertores escaparon del
Ej�rcito Rojo en 1919-1920.
Alrededor de 500.000 de
ellos fueron arrestados en
1919 y cerca de 800.000 en
1920 por tropas de la Cheka
y divisiones especiales
creadas para combatir las
deserciones. Miles de
desertores fueron
asesinados, y sus familias
con frecuencia eran tomadas
como rehenes, seg�n
instrucciones de Lenin y
Trotsky.
Un ejemplo lo da la orden
del 30 de agosto de 1918 al
Ej�rcito, donde Trotsky
escribi�:
"Ayer veinte desertores
fueron fusilados... Los
primeros en irse fueron
comandantes y comisarios que
hab�an abandonado las
posiciones confiadas a
ellos. Despu�s, mentirosos
cobardes que se hac�an los
enfermos. Finalmente algunos
desertores entre el Ej�rcito
Rojo, hombres que se
rehusaron a expiar su crimen
tomando parte en la
subsecuente lucha".
Por lo dem�s, a lo largo de
toda la Guerra Civil Trotsky
recurri� a m�todos brutales
para motivar a los
comandantes del Ej�rcito
Rojo y otros rangos,
adoptando el slogan de
"exhortaci�n, organizaci�n y
represalias".
En un caso notorio Trotsky
personalmente intervino
cuando una unidad de obreros
de Petrogrado tom� un barco
a vapor y ordenaron llevarlo
a Nizhni-Novgorod. Un
improvisado barco armado
intercept� a los desertores,
que no ofrecieron
resistencia.
Trotsky instituy� un
tribunal de campo que impuso
sentencia de muerte al
comandante, el comisario y
cada d�cimo hombre al azar.
Con estas consignas, un
informe t�pico de la Cheka
declaraba: "Provincia
Yaroslavl, 23 de junio de
1919. El levantamiento de
desertores en el volost
Petropavlovskaya ha sido
aplastado. Las familias de
los desertores han sido
tomadas como rehenes. Cuando
comenzamos a disparar a una
persona de cada familia, los
Verdes (ucranianos)
comenzaron a salir de los
bosques y rendirse. Treinta
y cuatro desertores fueron
disparados como ejemplo".
Por otra parte, para
mantener el control de su
ej�rcito Trotsky introdujo
innovaciones
revolucionarias, como la red
de Comisarios Pol�ticos:
bolcheviques dedicados que
ofrec�an gu�a pol�tica al
Ej�rcito Rojo, manten�an -
por vigilancia, amenaza y
castigo - la lealtad de los
50.000 oficiales del
ej�rcito imperial - que los
rojos emplearon para
ayudarlos a comandar sus
fuerzas haciendo uso del
terror m�s despiadado
- y adoctrinaban a las
tropas.
Siendo Comisario de Guerra
del Ej�rcito Rojo Trotsky
instituy� ejecuciones
masivas de campesinos en
Ucrania y otras �reas
amistosas con los
anarquistas. Trotsky de
hecho form� parte de la
traici�n del movimiento
anarquista Maknovista en la
Ucrania de 1919, cuando
despu�s de que hab�an
vencido a un ej�rcito blanco
orden� literalmente
apu�alarlos por la espalda.
El Congreso Sovi�tico
independiente fue prohibido
y los oficiales fueron
arrestados y ejecutados.
A causa de la dura represi�n
que surgi� a ra�z de estos
casos incluso simpatizantes
revolucionarios estaban
espantados. Alexander
Berkman escribir�a en su
diario: "Una por una las
ascuas de la esperanza han
muerto. El terror y el
despotismo han destruido la
vida nacida en Octubre. Se
ha renunciado a los
esl�ganes de la revoluci�n,
sus ideales han sido
ahogados en la sangre del
pueblo. El aliento de ayer
est� condenando millones a
muerte: la sombra de hoy
cuelga como pa�o mortuorio
sobre el pa�s. La dictadura
est� pisoteando a las masas
bajo su pie".
�ste, y no otro, era el
gobierno en el cual Trotsky
era la segunda personalidad
m�s importante y decisora
del gran territorio bajo su
poder.